martes, julio 15, 2008
Campamento de Julio 2008 - EL LAGO DE LAS ANIMAS
...
LA CRÓNICA DE ESOS DÍAS.
Por Javier Álvarez.
(Después de la Crónica, están las FOTOS del campamento).
Todo lo que pasó en esos días...
El jueves 3 de julio arribamos a nuestro destino, la estancia "San Fermín", ubicada en las cercanías del pueblo Gregorio Aznarez.
Como nunca puede faltar, la primera noche empezó con un clásico "Grillo" que mientras todos jugaban y se divertían, algunos preceptores planearon lo que esa noche pasaría de ser una noche de alegría a una de las peores noches de sus vidas. Se preguntarán qué pasó. Rafa Delpiazzo recibió una supuesta llamada del casero de la estancia en la que le decía que había habido una asesinato en un pueblo muy cerca de allí. Ahí empezó el desarrollo de la novela, reunión de preceptores en la que se empezó a discutir algo que los chicos todavía no sabían de que se trataba, y cuando terminó la reunión se les contó a los chicos “la verdad” de la historia. Vale decir que la novela contó con la actuación estelar, nominada al Oscar, de Francisco Verde que se encargó de que los chicos perdieran la calma. Durante el rosario junto al fogón, nunca se había visto a los chicos rezar tan concentrados. El miedo abundaba en todos los campamentistas. Al ver que la cosa iba para mal, les dijimos, en vez de que era una broma, que el casero había llamado para decir que ya habían agarrado al delincuente y que estábamos fuera de peligro. Pasó el susto, y qué susto...
La levantada estuvo a cargo del “Despertador” de Radio Disney, a cargo de Javier Álvarez y Alfonso Viana. A las 8 a.m. entonaron el tema “Noviembre sin tí”... se levantaron todos enseguida, pidiendo que por favor no cantaran más...
Al otro día, bordeamos toda la laguna. Durante la excursión, nos encontramos con que habían carpinchos ahí cerca, ya que encontramos “huellas” que evidenciaban que habían estado ahí hacia pocas horas. Nacho Rodríguez, en un intento por cruzar parte del lago por un alambrado, se cayó al agua y tuvo que continuar la caminata todo mojado.
A la cena, y como durante todo el campamento, disfrutamos nuestro menú a la carta a cargo del chef Alfonso Viana, quién se encargo de que muchas pancitas no pasaran hambre. Terminamos de comer y todos a dormir tempranito ya que el sábado nos esperaba una supervivencia inolvidable...
De mañana empezó la repartición de las naranjas, los panes, y los chorizos, uno para cada uno, para la supervivencia con destino al Cerro de la Virgen, que en la cima tenía una ermita de la Virgen María. Sabíamos de la existencia de un camino para llegar a la cima, pero nadie sabía dónde estaba, así que empezamos a subir por donde nos pareciera mejor. La subida la lideró Diego Tejería, que iba abriendo camino, a través de un monte que era casi impenetrable, por donde nunca pasó el hombre, lleno de espinas, ramas y arbustos... pero la “garra Proa” pudo más y logramos, luego de caminar 3 horas y media, llegar a la cima, donde rezamos la Salve frente a la imagen de la Virgen. Un esfuerzo tremendo, que valió la pena. Luego empezó el festival para ver de qué manera se cocinaban y se comían los chorizos. Se vio desde chorizos crudos hasta chorizos carbonizados, pasando por chorizos con un poco de tierra y un poco de pasto. Al momento de bajar, encontramos el camino y llegamos al campamento en aproximadamente una hora y media. Esa noche fue de las más tranquilas del campamento ya que a las 11 de la noche no quedaba cuerpo en pie.
Y el domingo no faltaron a la cita las famosas Olimpíadas de Beijing-Proa 2008 y la última ronda de fútbol, para luego asistir a una espectacular velada de canilla libre de hamburguesas, y a jugar al clásico juego de la “Búsqueda del Tesoro”, que tenía como premio un kilo de dulce de leche. Después que terminó todo preparamos los bolsos y las carpas y emprendimos viaje de regreso, a Montevideo algunos, y a Maldonado otros. Y así se cerró una nueva edición del clásico campamento del Club Proa.
Las fotos dicen más que mil palabras...
LA CRÓNICA DE ESOS DÍAS.
Por Javier Álvarez.
(Después de la Crónica, están las FOTOS del campamento).
Todo lo que pasó en esos días...
El jueves 3 de julio arribamos a nuestro destino, la estancia "San Fermín", ubicada en las cercanías del pueblo Gregorio Aznarez.
Como nunca puede faltar, la primera noche empezó con un clásico "Grillo" que mientras todos jugaban y se divertían, algunos preceptores planearon lo que esa noche pasaría de ser una noche de alegría a una de las peores noches de sus vidas. Se preguntarán qué pasó. Rafa Delpiazzo recibió una supuesta llamada del casero de la estancia en la que le decía que había habido una asesinato en un pueblo muy cerca de allí. Ahí empezó el desarrollo de la novela, reunión de preceptores en la que se empezó a discutir algo que los chicos todavía no sabían de que se trataba, y cuando terminó la reunión se les contó a los chicos “la verdad” de la historia. Vale decir que la novela contó con la actuación estelar, nominada al Oscar, de Francisco Verde que se encargó de que los chicos perdieran la calma. Durante el rosario junto al fogón, nunca se había visto a los chicos rezar tan concentrados. El miedo abundaba en todos los campamentistas. Al ver que la cosa iba para mal, les dijimos, en vez de que era una broma, que el casero había llamado para decir que ya habían agarrado al delincuente y que estábamos fuera de peligro. Pasó el susto, y qué susto...
La levantada estuvo a cargo del “Despertador” de Radio Disney, a cargo de Javier Álvarez y Alfonso Viana. A las 8 a.m. entonaron el tema “Noviembre sin tí”... se levantaron todos enseguida, pidiendo que por favor no cantaran más...
Al otro día, bordeamos toda la laguna. Durante la excursión, nos encontramos con que habían carpinchos ahí cerca, ya que encontramos “huellas” que evidenciaban que habían estado ahí hacia pocas horas. Nacho Rodríguez, en un intento por cruzar parte del lago por un alambrado, se cayó al agua y tuvo que continuar la caminata todo mojado.
A la cena, y como durante todo el campamento, disfrutamos nuestro menú a la carta a cargo del chef Alfonso Viana, quién se encargo de que muchas pancitas no pasaran hambre. Terminamos de comer y todos a dormir tempranito ya que el sábado nos esperaba una supervivencia inolvidable...
De mañana empezó la repartición de las naranjas, los panes, y los chorizos, uno para cada uno, para la supervivencia con destino al Cerro de la Virgen, que en la cima tenía una ermita de la Virgen María. Sabíamos de la existencia de un camino para llegar a la cima, pero nadie sabía dónde estaba, así que empezamos a subir por donde nos pareciera mejor. La subida la lideró Diego Tejería, que iba abriendo camino, a través de un monte que era casi impenetrable, por donde nunca pasó el hombre, lleno de espinas, ramas y arbustos... pero la “garra Proa” pudo más y logramos, luego de caminar 3 horas y media, llegar a la cima, donde rezamos la Salve frente a la imagen de la Virgen. Un esfuerzo tremendo, que valió la pena. Luego empezó el festival para ver de qué manera se cocinaban y se comían los chorizos. Se vio desde chorizos crudos hasta chorizos carbonizados, pasando por chorizos con un poco de tierra y un poco de pasto. Al momento de bajar, encontramos el camino y llegamos al campamento en aproximadamente una hora y media. Esa noche fue de las más tranquilas del campamento ya que a las 11 de la noche no quedaba cuerpo en pie.
Y el domingo no faltaron a la cita las famosas Olimpíadas de Beijing-Proa 2008 y la última ronda de fútbol, para luego asistir a una espectacular velada de canilla libre de hamburguesas, y a jugar al clásico juego de la “Búsqueda del Tesoro”, que tenía como premio un kilo de dulce de leche. Después que terminó todo preparamos los bolsos y las carpas y emprendimos viaje de regreso, a Montevideo algunos, y a Maldonado otros. Y así se cerró una nueva edición del clásico campamento del Club Proa.
Las fotos dicen más que mil palabras...
Etiquetas: Campamentos de invierno
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